viernes, 16 de julio de 2010

Cine francés: Kim Chapiron, "Dog pound"

Normal 0 0 1 598 3413 28 6 4191 11.1282 Este año, el director galo que más está dando de qué hablar es sin duda Kim Chapiron. La narrativa audiovisual de Francia, en busca de una inyección desesperada de oxígeno, se bate entre la americanización de su cine ("Un profeta"), la prolongación de comedias rancias pero taquilleras que a duras penas se exportan ("Camping 2") y la línea ultra-hermética de Goddard ("film socialismo", estrenado este año, para el sopor del público).

Si bien como decían los Cahiers de Cinéma, la filmografía de Jean-Jacques Audiard y específicamente "Un profeta" representa la globalización-local (o glocalización) del relato gángster, el Scarface de la generación suburbana parisina que saquea automóviles, entonces Chapiron viene siendo el Quentin Tarantino francés.


El éxito de este joven cineasta de 30 años está más allá del contenido. Sus guiones siguen siendo blandengues; pero el tratamiento formal que usa el francés nacido en Vietnam alivió a toda una generación de espectadores, cansados de la Nouvelle vague e incapaces de identificarse en las obras de Tati o Resnais. Igual que la película Secuestro Express del venezolano Jon Jakubowicz representó un salto cuántico, de años luz, en las posibilidades narrativas dentro del cine venezolano a pesar de sus serias carencias de guión, los trabajos de Chapiron llaman la atención por sus raíces orientales (Takeshi Kitano, Takashi Miike) mezcladas con la ola nouveau pop violento de Tarantino y Rodríguez.


Chapiron es un producto puro de la era 2.0. Su camino se fue abriendo cuando fundó, en 1995, la productora Kourtrajmé junto a Romain Gavras. Con el movimiento de hip-hop francés en plena explosión, los dos directores buscaron conectarse con la calle, con la inconformidad de los suburbios árabes y africanos de Francia, incluyendo su rebeldía y su forma de hablar. De allí que Kourtrajmé no sea sino la palabra "cortometraje" (court-métrage) escrita al revés, un código lingüístico muy popular entre los jóvenes. Sus trabajos en la Web ganarían miles de seguidores entusiastas y lograrían que Vicent Cassel, entre otros, apadrinara a los chicos de Kourtrajmé.


Así, uno de los cortos más populares de la productora es "barbichette", trabajo donde vemos la inquietud de Chapiron y su búsqueda de una narrativa particular. Luego de esta colaboración con Cassel nacería la increíblemente popular "Sheitan", la película que lo lanzaría al estrellato definitivo. Rodada con un presupuesto escaso, el thriller/suspenso/gore presenta a Vincent Cassel en uno de sus papeles mejor logrados.


Por otro lado, su socio de Kourtrajmé, Romain Gavras, crearía polémica con sus videos musicales. Censurado por los medios franceses, el video de "Stress" para el grupo electrónico Justice fue una verdadera sensación en Internet. Recientemente, Gavras volvió a acaparar los tabloides cuando el video que rodó para la rappera inglesa M.I.A., "Born free", fuese retirado de Youtube. Su primer largometraje, un road-movie en Inglaterra con Vincent Cassel llamado "notre jour viendra" (nuestro día llegará), se estrena en septiembre.


Es en este contexto que nos llega "Dog pound", la primera realización mainstream de Chapiron. Rodada en inglés en los EE.UU., la cinta sigue el calvario de tres jóvenes que ingresan a un penal de menores de edad, una "perrera" llena de violencia y sadismo. Apuntalada por la increíble actuación de su reparto novato, "Dog pound" retrata y da testimonio sobre este ecosistema, sin jamás juzgar a sus personajes. Tal vez sea ese el pecado de "Dog pound": su apuesta de espectador pasivo no aporta nada a un género trabajado hasta el cansancio. Puesto que carece del subtexto político de la genial "Hunger" de Steve McQueen o de su magistral trabajo de cámara, "Dog pound" se arriesga a perderse en la selva de las películas carcelarias menores, como el "Animal Farm" de Steve Buscemi o tantas otras. Sin embargo, si algo ha demostrado Chapiron con esta cinta, es que posee la madurez y el conocimiento para manejar una gran producción de cine. Es, sin duda, uno de los nuevos valores del cine francés a seguir con cuidado.



2 comentarios:

  1. Vinz77 buena reseña!
    No conocía la película. Ni al director.

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  2. El colectivo Kourtrajmé es una pasada, os dejo un articulo muy bueno de la ultima joya de Romain Gavras http://bit.ly/cg8CgXi

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