martes, 12 de julio de 2011

Encuentro Iberoamericano de Escritores Cinematográficos: Políticas públicas, mercados y formación del guionista (4ª entrega).

Por: Andrea López

Abre el tercer día del Encuentro y por urgencias de índole laboral no llego al primer panel Obras por encargo: autoría, derechos, convenios.  Implicaciones legales de adaptación de “hechos reales” y de obras literarias.  Aspectos legales y creativos de la relación del guionista con el director y con el productor.  Por fortuna, nuestro incansable amigo El Inquilino Guionista pudo cubrirlo en este post.

Así que sin más preámbulos, traigo a ustedes lo discutido en el panel: Política pública y mercados cinematográficos en Iberoamérica.  La importancia del guionista en la economía e industria cinematográfica.  La formación del escritor en cine.   Los ponentes son:  Jorge Goldenberg (“La estrategia del caracol ”), Juanjó Moscardó Rius, escritor de televisión, series y miembro activo de diversas asociaciones gremiales; Marina Stavenhagen , guionista de radio, cine y televisión; además de directora general de IMCINE; Armando Casas , guionista, realizador y sonidista, también director del CUEC; y Carlos Cuarón (“Sólo con tu pareja ”).  La moderación queda a cargo de Alan Coton (“Nesio ”).

Carlos Cuarón
Inicia Carlos Cuarón:  “Me hice fanático de los libros a los doce años y desde entonces empecé a escribir lo que escriben los jóvenes: cursilerías (...) Nadie vive del guionismo en el mundo, con excepción de quienes lo hagan en Los Ángeles.  Sólo los gringos tienen un sindicato de escritores tan poderoso que es capaz de paralizar la industria, la Writers Guild of America , que es algo que intenta hacer aquí la SOGEM ”.  El público estalla en carcajadas, Cuarón sonríe complacido por su aseveración de enfant terrible y prosigue: “El guionista latinoamericano es multitasking, es mimo ó editor (…) sólo se puede vivir de la telenovela.  Si eres escritor de telenovelas vas al jet set miamero directo.  De hecho, la SOGEM (Sociedad general de escritores mexicanos) vive de la televisión”.

Juanjo Moscardó Rius
Juanjo Moscardó Rius corrobora que en su país la situación es la misma: “En España los guionistas acaban trabajando para la TV, con ello pueden mantener una familia.  Tal y como ha dicho Cuarón, los guionistas son multitask, se desempeñan como profesores o asesores.  En España se hacen 150 películas y casi todo el apoyo se destina a la producción.  En Alemania en cambio, se da más apoyo a los guiones”.

Marina Stavenhagen
Marina Stavenhagen sale al paso:  “Mantener la industria implica meterle mucho a la producción.  Esa mentalidad debe cambiar para centrarnos en la base piramidal que es el guión.  El costo del guión representa menos del 2% de lo que cuesta la película y las películas no se exportan, no ganan taquilla, entonces nosotros sostenemos un mercado artificial”.

Para Jorge Goldenberg el panorama argentino tampoco es alentador: “En Argentina no hay inversión en el guión.  El guionista es un personaje amado y perseguido al principio porque hace falta un papel, esa es la verdad, los guiones se escriben porque para hacer una película no hay más remedio (…) yo estudié documental y un día me desperté guionista, no me formé en una escuela como tal”.

Jorge Goldenberg
Retoma la palabra Cuarón para introducir el urgido tema de la formación: “¿Qué podemos hacer nosotros para crear una cultura del guión?  En el CCC nunca me habían invitado a dar clases, de modo que acepté darlas en el Curso general de cine.  En seis meses me dí cuenta del gran problema, no vamos a cambiar hasta que privilegiemos la historia (…) El cine es movimiento, aunque Carlos Reygadas ande Esculpiendo el Tiempo (…)  A Reygadas el guión le vale madres (…)  En la carrera de realización del CCC la última materia que ven es guión, es increíble que los chavos se nieguen a escribir palabras antes de realizar imágenes (…) No se articula el Curso general de guión con el de cine (...) Una escuela es una herramienta.  Los gringos tienen una metodología de creative writing enfocado en el guión, es decir, te dan las herramientas pero lo más que tienes que hacer es escribir  (…)  Nuestras escuelas lo que forman son técnicos audiovisuales de ángora”.  De nuevo, llueven los aplausos:  “En los ochentas criticábamos la mala calidad, en los noventas llegamos al preciosismo, ahora hay que contar historias (…)  Pienso que hay cosas que deben cambiar en el CCC, los estudiantes no van a clase, es como si sólo entrar en la escuela fuera de por sí el logro, la meta; y resulta que el Estado está pagando por ti.  Hay mucha inercia en los latinoamericanos (…)  En la carrera debe haber un tronco común y después una especialización.  Es muy importante que todos, incluyendo fotógrafos, sonidistas, directores de arte, etc; entiendan lo que significa el drama (…)  hay que aprender a escribir quitándonos todos los prejuicios sociales mediante ejercicios creativos”.

Armando Casas
Armando Casas, director de una de las escuelas más importantes de cine en latinoamérica, el CUEC, aporta: “Existe en los jóvenes una gran necesidad de filmar inmediatamente.  La gente se olvida de que algo está mal filmado si lo ve bien contado (…) Los estados no invierten en frutos a largo plazo; si no invierten en tecnología, ciencia y salud, menos van a invertir en guión.  No hay visión a largo plazo, de hecho escuchas a gente que para promocionar un curso de cine dice “agarra tu cámara”, y no “agarra tú lápiz” (…)  Nosotros en el CUEC estamos cambiando el plan de estudios y muchos maestros se resisten al cambio (…) Nuestra idea es que los estudiantes aprendan a trabajar en colaboración y no en el modelo de autor, todero. No todos quieren ser directores”.

Alan Coton expresa algo sencillo pero medular: “Lo primero que el Estado debe hacer es invertir para que la gente aprenda a leer y escribir”.

Juanjo Moscardó Rius opina que también hay que educar a los productores, Goldenberg agrega que en eventos como el BAFICI los guionistas tienen la oportunidad de discutir con productores jóvenes y comprometidos acerca de sus películas.  Marina Stavenhagen, comenta que es difícil establecer un tabulador porque si tú no aceptas un precio por tu trabajo, hay cincuenta detrás de ti que sí lo aceptarán.  La directora general de IMCINE recomienda a los guionistas tener muy claro para qué público escriben y a quién va dirigida su película”.

Finalmente, ante la opinión de un asistente acerca de que “debería ser una política que el cine deje un mensaje positivo a su público”, Cuarón advierte:  “Eso de mensaje más política pública suena a Goebbels.  Cuidado, eso es muy peligroso”. 

Quedénse con nosotros, mañana ofreceremos la guinda de la torta: “De escritor a escritor”, diálogo entre el maestro Vicente Leñero y su alumno Guillermo Arriaga.  Dos actitudes, dos formas completamente distintas pero complementarias de abordar el oficio de la escritura cinematográfica…

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